
Desde la antigüedad, la humanidad movida por las necesidades más elementales, procuró referenciar su entorno, sus espacios personales y de uso común: su mundo. ¿Cómo lo hizo? Mediante el uso de marcas o señales dentro de los territorios que ocupaban. De esta forma, se infiere que la señalización se inicia de manera intuitiva y como respuesta a una necesidad: orientarse por medio de objetos y marcas que se dejaban al paso.
Desde la antigüedad, la humanidad movida por las necesidades más elementales, procuró referenciar su entorno, sus espacios personales y de uso común: su mundo. ¿Cómo lo hizo? Mediante el uso de marcas o señales dentro de los territorios que ocupaban. De esta forma, se infiere que la señalización se inicia de manera intuitiva y como respuesta a una necesidad: orientarse por medio de objetos y marcas que se dejaban al paso.
Conforme avanzó el tiempo, surgió un lenguaje simbólico que debía ser captado en forma instantánea y por todos. De esta manera, comienzan las primeras tentativas de estandarización de una forma de comunicación espacial, que necesitaba ser de uso general, sistemático, inmediato y universal.
Primeras señales

Las primeras señales que brindaron información sobre direcciones se hallaron en los territorios del Imperio Romano: unos pilares, en columnas de piedras a lo largo de las vías indicaban las distancias hasta Roma. Así, las señales direccionales se volvieron comunes e indicaban la dirección de las ciudades en los cruces de vías, para señalar rutas y cruces de caminos.
Durante toda la edad media, la señalización empleada para direccionar caminos apenas varió de los códigos usados por los romanos. Se continuaron utilizando millarios, que contaban en millas romanas las distancias, fueron de piedra grabados con la información, a ellos se añadieron señales en cartelones en otros materiales como el hierro o la madera, con la misma información.
Sin embargo, no es hasta 1908 que se establecieron los patrones básicos de las señales de tráfico, en el Congreso Internacional de Carreteras celebrado en Roma, Italia. Al año siguiente, en 1909, nueve gobiernos europeos acordaron el uso de cuatro símbolos pictóricos, lo que indica "golpe", "curva", "intersección" y "a nivel de grado de cruce de ferrocarril".
El intenso uso y el crecimiento que las señales de tráficos hicieron que entre 1926 y 1949, en paralelo al crecimiento del parque automovilístico, se desarrolle el sistema de señales de tráfico de Europa.
Ya en 1968, los países europeos firmaron en la Convención de Viena un Tratado sobre circulación para carreteras, con el objetivo de estandarizar las normas de tráfico en los países participantes, facilitar el tráfico internacional y aumentar la seguridad vial. Como observamos, la señalización, desde sus orígenes, tuvo como objetivo fundamental cuidar la seguridad del hombre y su entorno. Parte del tratado sobre señalización vial.
Gracias a la evolución tecnológica y de la comunicación, hoy en día, entendemos las señales como: elementos, marcas o símbolos utilizados que contienen o representan una información específica. Asimismo, puede ser entendida como un gesto o acción para transmitir información, una orden o una petición. Por ejemplo, al observar un letrero ubicado en una autopista o un paso peatonal, nos daremos cuenta que este elemento nos ofrece información particular.
Entendamos algunos conceptos
En el campo de la señalización, los elementos a utilizar deberán contener en sí mismos valores informativos, lo cual determina que puedan presentarse solos o formando conjunto con otros para comunicar un mensaje más extenso. Si consideramos especialmente, que transitando en un vehículo las señales se perciben de forma fugaz, debe concluirse que, si la señal es confusa, contiene exceso de información o es poco atractiva, lo más probable es que el mensaje sea ignorado.
Por ello tanto los símbolos gráficos como dibujos, flechas, pictogramas o logotipos; así como las composiciones tipográficas deben utilizar fórmulas muy sintéticas y de rápida percepción. Las ventajas de una buena señalización se traducen en mensajes claros y sencillos que puedan ser entendidos por conductores y transeúntes.
Como hemos visto, la señalización forma parte de la ciencia de la comunicación visual que estudia las relaciones funcionales entre los signos de orientación en el espacio y el comportamiento de los individuos. Es de carácter “autodidáctico” y ayuda a mejorar las relaciones de interacción y entendimiento entre los individuos y su entorno.
Asimismo, entenderemos la señalización se entiende como la herramienta de seguridad que permite, mediante una serie de estímulos, condicionar la actuación del individuo que la recibe frente a unas circunstancias que pretende resaltar, es decir, mantener una conciencia constante de la presencia de riesgos. Por ello, para que la señalización sea efectiva y cumpla su finalidad en la prevención de accidentes, debe atraer la atención de una forma clara y contener un buen mensaje para que pueda ponerse en práctica.
Por ejemplo, al realizar la demarcación de las áreas de trabajo, circulación de materiales, conducción de fluidos, almacenamiento y vías de evacuación, debe hacerse de acuerdo con las normas contempladas en la legislación vigente. Por ello, la demarcación de áreas de trabajo, de almacenamientos y de circulación debe hacerse teniendo en cuenta los flujos de producción y desplazamiento de materiales con líneas amarillas de 10 cms de ancho.